lunes, 16 de agosto de 2010

El ruido de los inocentes (cuento)

Estaba cansado de pensar. Esto escribió el último día de su vida, cuando a sabiendas del silencio respecto al tema, él hizo del silencio más que un simple a priori de las cosas, lo convirtió en más que oscuridad, logro imponer este concepto como una antonomasia del infinito; precisamente, aquí se detuvo en sus ideas.
Muchos preguntaron: ¿Por qué se detuvo? Solo el silencio les respondió. ¿Y es que cómo iba a romper realmente la quietud? Todos los que han estado interesados en su vida empiezan a investigar desde el mismo punto, la fecha de su cumpleaños número treinta y siete.
Cierto que fue un gran escritor, pero como todo gran escritor, lastimosamente era humano. Carecía del habla, por lo que sus peores enemigos se mofaban de él argumentando que nunca fue verdaderamente escuchado.
Cuando fue invitado por la Reina de Suecia a cenar aquella noche a Estocolmo, se dice que ésta le advirtió que fuera más recatado con sus escritos, que mejor solamente se dedicara a lo que sin duda era su vida, y que dejara de lado esos libros turbios que había estado escribiendo.
Nadie supo nunca el nombre real de éste, algunos le conocían como el filósofo de Estocolmo, otros le nombraban como el mudo Norrmalm, incluso la misma Reina nunca se tomó la molestia de preguntarle su nombre, ésta se refería a él simplemente como el Marquez del mutismo.
El mudo de Norrmaln solía frecuentar los mercados y las plazas en las mañanas, los parques en las tardes y las tabernas en las noches, cuentan que esto lo hacía con el afán de buscar el ruido y poder escribir plausible y tranquilamente.
Sus escritos, libros, "diálogos", que él mismo documentó y publicó, hablaban de situaciones y posibilidades prácticas de todos los seres vivos. Algunos le acusaron de panteísta, empero su única propuesta clara y real alrededor de todos sus textos era relacionada al relativismo. Sus argumentos se desarrollaban, según entendió mi persona, referente a que todo lo existente en la vida del hombre es relativo: sus acciones, sus pensamientos, sus sentidos y principalemte su razón. Le achacaron cuatrocientos años después de su muerte, en el siglo XX, ser el primer existencialista, pero a mí parecer esa "acusación" es absurda.
Su mismo relativismo lo llevo a la hoguera en 1542. Lo acusaron de hereje al escribir respecto a la moral y entretener a todos los doctores de la Iglesia con un discurso genocida, incitando al hombre al relativismo. Su mismo relativismo le evidenció el hecho de que el destino de los hombres era la muerte, ¡y al descubrir esa verdad! ¿Para qué esperar la suya?.

Omar J. Ureña Soto.

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