domingo, 26 de septiembre de 2010

¿Es que será cierto?

Junto a los débiles, se pueden tomar dos formas; la primera es a la que todos los débiles aspiran: ser fuerte. La segunda, ser parte de los débiles. El fuerte siempre sabe quienes son los débiles, y viceversa, empero, los fuertes en su condición de fuertes ignoran quien es el fuerte entre los fuertes. Hay hombres (digo hombres por que es el caso que conozco), que nacen para ser miserables, con miserables quiero expresar miserables entre los miserables.
La miserabilidad adopta muchas formas entre ellas la del amor...
¡Ah! ¡Esa frase! De ella pueden emanar tantas historias como cabezas que hubieron, hay y habrán ¿y cómo no? Creo que la abundancia de tantas ideas del amor, nos hacen confusas su interpretación y también ¡la interpretación que nos interesa! Creo las preguntas correctas para el tema en cuestión son ¿qué es ser miserable y cuántas historias de miserables hay?
Pienso que muy pocos de nosotros pensamos lo que es o sería de nuestra vida si somos miserables; el principal problema es que todos lo somos, de formas distintas, pero lo somos. Cuando nos damos cuenta de lo anterior se nos muestra una gran verdad a los ojos: los fuertes no existen, solo hay débiles entre los débiles, pero unos destacan por los otros (pero siguen siendo débiles).
A los jóvenes que tienen “toda una vida por delante” no se les dice toda la verdad, es cierto a medias lo anterior, me tomare la libertad de completar la frase, sería mas bien: “toda una miserable vida por delante”.
Mi pesimismo suele ser ensordecedor, pero los que entienden la verdad y seidentifiquen con mis palabras, les agradecería que le contasen esta historia a sus hijos (para hacer menos miserables sus vidas), y a sus nietos (ídem).
No espero que me alaben, ni me suban a un altar después de muerto, puesto que lo único que sé con certeza en esta vida es que soy un poco menos miserable que “el miserable común” (incluso dudo de mi muerte). Yo a pesar de todo me considero un miserable con suerte (los miserables creemos en la suerte, no nos queda nada más).
Aún cuando sintamos que somos fuertes veremos nuestro reflejo en la oscuridad (aunque no haya luz), esperándonos desdeñoso con el único afán de hacernos entrar en razón. Pero por favor, yo sé que todos lo saben, en eso consiste ser fuerte: a pesar de saberlo, aprender a vivir con ello.
Que ridículas las personas que se glorifican con un poco de gozo. Es como un orgasmo, al cabo de unos minutos no negamos uno más. Empero parece que es aceptable pensar que el gozo es la felicidad. Pobres ilusos... apuesto que nunca se han preguntado siquiera ¿qué es la felicidad? Y mucho menos si son felices. Tal vez si me preguntaran a mí que es, les podría decir un par de verdades para que tomen nota de lo débiles que son.
Jactándose de hábiles con sus bellos automóviles, de prepotentes con el dinero que poseen tratan de reforzar el complejo de debilidad que creen no poseer.
Un día un joven que cruzaba la calle (no importa donde, importa el hecho) me miró con ojos de quien desea una limosna, me pareció que él si entendía que era miserable. Me entró un escalofrío, porque no sabía quien era el más miserable de la situación, si él por pedirme limosna, o yo por creerle miserable. Está paradoja me atormenta desde entonces. Ya hoy le he resuelto. El miserable, el más miserable ser todo el universo, es siempre el que se crea el más fuerte del mismo.
Los jóvenes constatemente somos muy miserables, incluso hablar de la mismamiserabilidad nos hace miserables. Yo personalmente si me jacto de algo no es más que de mi aceptación por la vida, de sentirme miserable ante ella.
Quiero terminar este capítulo de mí confesión con la humanidad expresándoles mis deseos de que hayan entendido mi plan. Siento atracción hacia los débiles, siempre los suelo ver arrastrándose como lombrices a todos esos que ignoran su principal cualidad.

Anónimo